Opti­mi­za­ción de plan­tas de tra­ta­mien­to de aguas resi­dua­les ya existentes

Reduc­ción de la deman­da ener­gé­ti­ca, del uso de insu­mos o una modi­fi­ca­ción de la can­ti­dad y con­cen­tra­ción en la entra­da: hay muchas razo­nes para una opti­mi­za­ción de las plan­tas de tra­ta­mien­to ya exis­ten­tes. DAS le brin­da asis­ten­cia en la opti­mi­za­ción de su tra­ta­mien­to de aguas resi­dua­les y crea un con­cep­to de tra­ta­mien­to de efluen­tes indi­vi­dual­men­te adap­ta­do a sus necesidades.

7 pasos para una ins­ta­la­ción de tra­ta­mien­to optimizada

Para opti­mi­zar el tra­ta­mien­to de aguas resi­dua­les es nece­sa­rio tener en cuen­ta la correc­ta jerar­quía de los obje­ti­vos. Solo así se pue­den modi­fi­car los pará­me­tros indi­vi­dua­les o la ins­ta­la­ción de tra­ta­mien­to de modo tal de cum­plir todas sus exi­gen­cias y deseos específicos.

Nues­tros exper­tos ela­bo­ran para ello un con­cep­to con­cre­to, con el cual ade­cua­re­mos jun­to a usted el tra­ta­mien­to de aguas resi­dua­les de for­ma ópti­ma en 7 pasos.

Desa­rro­llo de una opti­mi­za­ción de instalaciones

  1. Deter­mi­na­ción de los obje­ti­vos e inventario
  2. Ela­bo­ra­ción de balan­ces de sustancias
  3. Boce­tos para la optimización
  4. Ela­bo­ra­ción del con­cep­to de optimización
  5. Pla­ni­fi­ca­ción & ingeniería
  6. Imple­men­ta­ción
  7. Eva­lua­ción de los resul­ta­dos e infor­me final

Posi­bi­li­da­des de opti­mi­za­ción en el tra­ta­mien­to de aguas residuales

No exis­te un con­cep­to uni­ver­sal para la opti­mi­za­ción de una ins­ta­la­ción de tra­ta­mien­to de efluen­tes. Cual­quier solu­ción se debe desa­rro­llar para el pro­yec­to en par­ti­cu­lar en el lugar de las ins­ta­la­cio­nes del clien­te. No obs­tan­te, hay enfo­ques típi­cos que a menu­do hacen que una cons­truc­ción nue­va sea com­ple­ta­men­te innecesaria.

Aho­rro de cos­tos de ener­gía median­te un sis­te­ma de airea­ción óptimo

Para la degra­da­ción aeró­bi­ca de sus­tan­cias orgá­ni­cas y/u oxi­da­bles con­te­ni­das en el agua resi­dual se nece­si­ta oxí­geno, el que se pue­de pro­por­cio­nar median­te una airea­ción por inyec­ción de aire com­pri­mi­do o una airea­ción de las super­fi­cies. Jun­to al sumi­nis­tro del oxí­geno nece­sa­rio, los sis­te­mas para la airea­ción de efluen­tes tie­nen la tarea tam­bién de mez­clar el agua resi­dual y el lodo o de impe­dir la for­ma­ción de depó­si­tos adhe­ri­dos en el tanque.

En el caso de una plan­ta de tra­ta­mien­to bio­ló­gi­co con el pro­ce­so de lodos acti­va­dos, los cos­tos de adqui­si­ción de un nue­vo ven­ti­la­dor repre­sen­ta tan solo una peque­ña frac­ción del cos­to total; sin embar­go, aquí se están des­apro­ve­chan­do poten­cia­les de opti­mi­za­ción determinantes.

¿Su esta­ción de tra­ta­mien­to de efluen­tes sigue tra­ba­jan­do con airea­do­res de super­fi­cie clá­si­cos? Emplean­do com­pre­so­res de émbo­los rota­ti­vos con regu­la­ción de velo­ci­dad se pue­de aumen­tar sig­ni­fi­ca­ti­va­men­te la efi­cien­cia ener­gé­ti­ca de una plan­ta de tra­ta­mien­to bio­ló­gi­co de aguas residuales.

Los exper­tos de DAS Exper­to Ambien­tal inte­gran el sis­te­ma de airea­ción acti­vo o pasi­vo en su ins­ta­la­ción de acuer­do con el obje­ti­vo específico.

Ade­cua­ción de la tem­pe­ra­tu­ra para la opti­mi­za­ción de la lim­pie­za de las aguas residuales

En la opti­mi­za­ción de la ins­ta­la­ción de tra­ta­mien­to de aguas resi­dua­les no se deben olvi­dar los valo­res lími­te de tem­pe­ra­tu­ra o las cues­tio­nes rela­cio­na­das con la recu­pe­ra­ción ener­gé­ti­ca y los olo­res desagradables.

Los flu­jos par­cia­les dema­sia­do fríos son un pro­ble­ma para los reac­to­res anae­ró­bi­cos, dado que, para sus pro­ce­sos meta­bó­li­cos, las bac­te­rias están supe­di­ta­das a una tem­pe­ra­tu­ra míni­ma. Pero si el agua lle­ga a la fase de tra­ta­mien­to bio­ló­gi­co dema­sia­do calien­te, la bio­ma­sa pue­de resul­tar daña­da. En este sen­ti­do, los olo­res que se gene­ran con los efluen­tes dema­sia­do calien­tes cons­ti­tu­yen otro aspec­to por considerar.

En espe­cial, cuan­do las tem­pe­ra­tu­ras exte­rio­res son ele­va­das, esto pue­de cau­sar una moles­tia para los habi­tan­tes debi­do a los malos olo­res y debe­ría ser con­si­de­ra­do a la hora de deci­dir­se por una optimización.

Ade­más, la pro­tec­ción de las aguas adya­cen­tes y sus orga­nis­mos vivos jue­gan otro impor­tan­te rol en la opti­mi­za­ción de ins­ta­la­cio­nes. Hay regu­la­cio­nes públi­cas de las auto­ri­da­des com­pe­ten­tes en mate­ria de agua que deter­mi­nan las tem­pe­ra­tu­ras que se deben res­pe­tar para el ver­ti­do directo.

Inter­cam­bia­dor de calor de aguas resi­dua­les: Tra­ta­mien­to de aguas resi­dua­les ener­gé­ti­ca y ope­ra­ti­va­men­te efi­cien­te a tra­vés de la recu­pe­ra­ción del calor

El agua resi­dual que lle­ga del pro­ce­so dema­sia­do calien­te se pue­de apro­ve­char para calen­tar el agua fría. Esto ayu­da a opti­mi­zar los flu­jos de agua y a redu­cir la deman­da ener­gé­ti­ca del tra­ta­mien­to de aguas resi­dua­les. Nues­tro inter­cam­bia­dor de calor E‑Plate es un inter­cam­bia­dor tér­mi­co de pla­cas auto­lim­pian­tes median­te un sis­te­ma de cepi­llos opti­mi­za­do. Por ello, es idó­neo para aguas resi­dua­les alta­men­te contaminadas.

El sis­te­ma de cepi­llos gira­to­rios con­ti­nos redu­ce la sucie­dad a un míni­mo y pro­pi­cia tam­bién una ele­va­da velo­ci­dad del flu­jo. Esto con­tri­bu­ye a aumen­tar con­si­de­ra­ble­men­te el ren­di­mien­to del inter­cam­bia­dor de calor. El movi­mien­to gira­to­rio adi­cio­nal de los cepi­llos pro­pi­cia que el agua resi­dual cir­cu­le en espi­ral, lo que per­mi­te lograr el efec­to de un inter­cam­bia­dor de calor a con­tra­co­rrien­te. Gra­cias a este prin­ci­pio cons­truc­ti­vo, se lo pue­de ins­ta­lar en plan­tas de tra­ta­mien­to de aguas resi­dua­les sin nece­si­dad de bom­bas adi­cio­na­les para aumen­tar la pre­sión y no requie­re de una cos­to­sa tec­no­lo­gía de medi­ción y regulación.