Tratamiento de aguas residuales compacto en la industria de la papa
La ampliación del tratamiento de aguas residuales de Friweika se debía realizar rápido, sin una obra compleja de ingeniería civil y de forma tal que permitiera ahorrar espacio. Gracias a la implementación de un proceso biológico se pudieron cumplir todos los objetivos.
Ampliación de la planta de tratamiento biológico aeróbico de efluentes en una empresa de procesamiento de papas
A medida que aumenta la producción, es necesario limpiar correctamente las cantidades de aguas residuales que se incrementan a la par de la producción. Desde la ciudad de Dresde, los expertos de DAS Environmental Expert concretaron de forma innovadora la ampliación necesaria del tratamiento biológico aeróbico de aguas residuales, bajo la premisa de utilizar para ello una superficie mínima.
Aumento de la carga del tratamiento biológico aeróbico de aguas residuales
Prácticamente durante todo el año se vive en Friweika eG un explosivo auge del procesamiento y comercialización de la papa. La fase biológica aeróbica del tratamiento de aguas residuales se ha ido ampliando repetidas veces desde la puesta en funcionamiento de la planta hace más de 10 años. La antigua planta, que fue diseñada originalmente para una carga DQO de 560 kg/d, se encontraba extremadamente sobrecargada con los 1260 kg/d que se generan actualmente y había alcanzado ya el límite de su capacidad constructiva predeterminada. Para la nueva construcción de la planta se hubiera requerido un segundo tanque combinado de 22 m de diámetro y 6 m de altura. Pero no se disponía del espacio requerido en la medida requerida.
Modernización de la instalación de tratamiento de aguas residuales en lugar de una construcción nueva
En lugar de efectuar una obra nueva, los expertos de DAS Environmental Expert propusieron ampliar la antigua planta sin intervenciones excesivas, añadiendo 4 reactores del tipo TFR industrial con un diámetro de 3 m cada uno y una altura de 8 m. Una serie de ensayos piloto convencieron a Friweika de la excelente capacidad operativa del proceso.
Este ofrecía varias ventajas además del requerimiento de espacio mínimo. Los reactores están rellenados con un material de soporte que presenta una elevada superficie específica. La degradación aeróbica se realiza mediante microorganismos que se asientan sobre el material de soporte en forma de biopelícula. Se aprovechó así la enorme capacidad por la que se destacan los procedimientos de biopelícula en el tratamiento de aguas residuales.
Al mismo tiempo, mediante la alimentación del reactor con el principio de contracorriente:Al mismo tiempo, mediante la alimentación del reactor con el principio de contracorriente:
- los efluentes fluyen de arriba hacia abajo
- los ventiladores presionan el aire desde abajo hacia arriba,
se genera un intercambio de sustancias extremadamente efectivo. Esto garantiza que se suministre el oxígeno necesario para la degradación aeróbica a los microorganismos de la biopelícula.
En los depósitos de bioventilación convencionales, el suministro de oxígeno a los microorganismos se realiza mediante la inyección de aire en cubas profundas contra una columna de agua de hasta 8 m o más. Por el contrario, la pérdida de presión a través del material de soporte es de solamente 30 cm (300 mbar). La mínima demanda energética para el suministro de oxígeno en el birreactor TFR representa otra clara ventaja de la solución.
La tecnología TFR se basa en la “filosofía del diseño modular” y se puede ampliar rápida y fácilmente añadiendo más reactores sin que se requieran costosas obras constructivas.
Tratamiento de aguas residuales confiable y efectivo
Con la implementación del birreactor TFR patentado, se logró reducir el requerimiento del espacio necesario en un 50 % aproximadamente. Tanto las medidas necesarias para la implementación constructiva como la puesta en funcionamiento de las nuevas instalaciones, se realizaron sin una interrupción significativa del servicio de la planta de tratamiento de aguas residuales existente.
Los 4 biorreactores TFR se encuentran en funcionamiento desde al año 2012. El flujo de aguas residuales se divide: una parte se trata con la instalación antigua y otra parte con los birreactores TFR. Luego del proceso periódico de eliminación de la biopelícula excedente, una parte del agua residual tratada en la instalación antigua se reutiliza para rellenar los reactores TFR. El agua residual que ingresa a la planta (con una carga DQO de aprox. 3500 mg/l) se limpia en el proceso de los reactores TFR logrando una calidad de la descarga indirecta de DQO < 1000 mg/l.
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